EP185 Desbloquea Tu IKIGAI – Tu Razón Única de Ser
Descubre Ikigai (生きがい), la hermosa filosofía japonesa que te ayuda a encontrar tu razón de ser. #AdvancedQualityPrograms #TheQualityGuy #Ikigai #FilosofíaJaponesa #PropósitoDeVida
Ikigai es una idea japonesa que significa “tu razón de ser.” Es como un hilo que conecta lo que haces en el trabajo con lo que disfrutas en lo personal, creando una sensación de armonía y equilibrio en tu vida.
Tu ikigai se encuentra en el punto donde se unen cuatro aspectos: lo que amas, lo que el mundo necesita, aquello en lo que eres bueno y aquello por lo que puedes recibir pago. Encontrarlo puede llevarte años, ya que implica integrar tus pasiones, habilidades, la forma en que puedes ayudar al mundo y tu capacidad para generar ingresos. No es fácil hallar ese equilibrio perfecto, pero ganarte la vida haciendo lo que amas es la situación ideal.
Pregúntate: ¿Qué disfrutas? ¿En qué eres naturalmente bueno? ¿Y qué necesidades tiene el mundo que las personas están dispuestas a pagar? Si logras responder estas preguntas, es probable que el dinero llegue como consecuencia. Por ejemplo, con el tiempo me di cuenta de que mi ikigai está en los “procesos de mejora.” Recuerda que tu búsqueda del ikigai continúa a lo largo de tu vida; siempre ten presentes tus habilidades, pasiones, cómo puedes marcar la diferencia y de qué manera puedes ganarte la vida.
Si deseas descubrir tu ikigai, o lo que quizás consideres el significado y propósito de tu vida, aquí tienes tres ideas para guiarte:
- Acepta que podría aparecer más tarde: Puede que no encuentres tu ikigai de inmediato. Podría manifestarse en una etapa posterior de tu vida, o a veces parecer difícil de comprender.
- Sé honesto acerca de tus habilidades: Pide la opinión de tus amigos y elabora una lista detallada de todas las cosas que sabes hacer.
- Dedica tiempo a la maestría: Convertirte en un experto en algo que amas requiere esfuerzo. No te quedes esperando a que suceda; trabaja activamente en mejorar aquello que disfrutas.
La búsqueda requiere esfuerzo, pero cada paso que das es valioso.
Un error común al buscar tu ikigai es conformarte con algo que es simplemente aceptable. El verdadero ikigai a menudo conduce tanto a un buen ingreso como a una felicidad duradera. Si tienes una pasión, aspira a sobresalir en ella y busca maneras de generar ingresos a partir de esa pasión. Revisa las tareas que no te gustan o aquello que sientes que falta, ya que pueden ser pistas que te guíen en tu búsqueda activa de lo que realmente resuena contigo.
Un paso clave es entender cómo se conectan tus pasiones, tu sentido de propósito, tu vocación y tu trabajo. Reflexionar sobre lo que haces actualmente, junto con lo que disfrutas y lo que no, puede proporcionarte valiosos insights. Amar tu trabajo y alcanzar tus sueños no son actividades separadas. Yo descubrí esta conexión más tarde en mi vida a través de un camino inusual, y con reflexión y esfuerzo, cualquiera puede lograrlo.
Considera explorar tus intereses como posibles proyectos o negocios y averigua cuánto valen en el mercado. Piensa en lo que te emociona a nivel global y que, al mismo tiempo, respalde tu sentido personal de propósito. Pregúntate: “¿Qué te hace sentir vivo? ¿En qué eres naturalmente bueno?” Reflexionar profundamente sobre estas preguntas puede ayudarte a identificar tu verdadera vocación.
La auto-reflexión regular es importante. Evalúa cómo te sientes físicamente cada día; esto puede revelarte mucho sobre tu bienestar general. Si notas que estás desequilibrado, puede ser señal de que algo en tu vida no está en armonía. Piensa en tus niveles de energía, tu estado de ánimo y tu sentido general del significado, y realiza los cambios en tu rutina que consideres necesarios, ya sea ejercitándote o meditando.
Anota las cosas que son más importantes para ti y colócalas en un lugar donde las veas a diario. Recuerda aquellos momentos en los que te sentiste verdaderamente en sintonía para identificar qué es lo que genera ese sentimiento. Haz del hábito diario dedicar aunque sea cinco minutos a analizar si tus acciones están alineadas con tus valores. Esto te ayudará a identificar cuándo algo no encaja y a llevar una vida más equilibrada.
Cuando alguien te ofrezca retroalimentación, recuerda que, normalmente, ven las cosas desde su propio punto de vista. En lugar de limitarte a recibir consejos, invita a otros a intercambiar ideas contigo. Las perspectivas diferentes pueden inspirarte nuevas ideas, tanto si estás estancado en el trabajo como si enfrentas un problema personal.
Pregúntate de manera regular: ¿Por qué trabajo? ¿Cuáles son las razones más profundas detrás de ello, más allá de simplemente ganar dinero? Recuerda el inicio de tu carrera y por qué elegiste tu profesión. Ten presente tu “por qué” para reconectar con tus motivaciones esenciales.
¿Qué te impulsa a dar lo mejor de ti? Revisa tus valores cada día para ver si siguen siendo importantes. Si necesitas hacer cambios, podría ser por el cambio en tus valores a lo largo del tiempo. Permite que estos valores guíen tus decisiones mientras imaginas con claridad la vida que deseas.
Presta atención a tu entorno laboral. ¿Refleja lo que tú crees? Esfuérzate por vivir conforme a esos valores todos los días y, si es necesario, modifica tu entorno.
La salud abarca todo tu ser: cuerpo físico, emociones y mente. Si una de estas áreas no está bien, afecta a las demás. Prioriza tu bienestar integral; invertir en ti mismo es esencial. Aunque el apoyo pueda parecer costoso o el autocuidado resulte un lujo, beneficia cada aspecto de tu vida. Explora los recursos que ofrece tu lugar de trabajo y no dudes en pedir ayuda, ya que eso demuestra fortaleza. Con los hábitos adecuados, puedes crear una rutina saludable que te brinde energía, fomente la gratitud y te haga sentir en sintonía contigo mismo.
Sentirte enraizado significa tener un fuerte sentido interno de estabilidad y una comprensión clara de lo que es importante para ti. Comienza tu día con un ritual, ya sea rezando, respirando profundamente, practicando yoga o meditando, para reconectarte contigo mismo. Incluso un breve momento de concentración en el presente puede brindarte paz, y con el tiempo, esta práctica te ayudará a tener una vida diaria más tranquila.
Intenta estar consciente del momento presente en tu día a día, ya que a menudo pasamos por la rutina sin notar realmente lo que sucede. Presta atención a lo que te rodea y utiliza las actividades cotidianas como recordatorios para evaluar cómo te sientes. Llevar un diario puede ser una herramienta útil para fortalecer tu sensación de estar enraizado.
Observa cuándo tus valores difieren de los de las personas que te rodean. Sentir inquietud, falta de emoción o ser incomprendido son señales de que tal vez necesites hacer cambios. Es normal superar algunas relaciones; estate dispuesto a ajustarlas o incluso a terminar aquellas que ya no favorecen tu crecimiento. Aunque las conversaciones sinceras puedan resultar difíciles, son fundamentales para fortalecer tus relaciones y para tu desarrollo personal.
Reflexiona sobre todas tus relaciones y evalúa si las personas en tu vida comparten tus valores fundamentales. Mantener presente tu “por qué” te ayudará a evitar sentirte estancado y a seguir motivado. Considera utilizar una lista de metas o un tablero de visión para seguir tu progreso.
Establece objetivos que puedas medir en las distintas áreas de tu vida: personal, profesional, física, mental y emocional. Usa herramientas de planificación para darles seguimiento. Para seguir creciendo, desafíate con proyectos que te impulsen, y recuerda que siempre hay oportunidades para aprender y desarrollarte en cada etapa de la vida.