EP126- FOMENTANDO EL OPTIMISMO: ESTRATEGIAS PARA LA CONFIANZA.

El optimismo se nutre de la planificación y del margen de error. Acepta la incertidumbre, enfréntate a los desafíos con confianza y desarrolla la flexibilidad para adaptarte. #AdvancedQualityPrograms #TheQualityGuy #optimizmandpreparation #beprepared #adaptandsucceed

No esperes lo mejor, ¡prepárate para cualquier cosa! Oscar Wilde dijo: “El optimista ve la rosquilla; el pesimista ve el agujero”.

El pesimismo a menudo parece más lógico y creíble que el optimismo. Si le dices a alguien que todo será fantástico, es posible que te enfrentes al escepticismo. Adviérteles del peligro y tendrás toda su atención.

Por el contrario, las discusiones sobre el crecimiento económico promedio a menudo pasan desapercibidas, mientras que las predicciones nefastas aparecen en los titulares. Los pronósticos positivos sobre las tendencias del mercado o el potencial de una empresa a menudo se reciben con sospecha o se ven como un optimismo excesivo.

Esta tendencia va más allá de la historia. El pesimismo persistente a menudo ahoga cualquier perspectiva optimista. Afirmar que el mundo está mejorando podría etiquetarte como ingenuo. Las narrativas pesimistas son más fáciles de construir, ya que se basan en acontecimientos recientes, mientras que el optimismo requiere una perspectiva histórica más amplia y un esfuerzo para reconstruirlas.

¿Por qué sucede esto?

A pesar de nuestra limitada comprensión del mundo, nos esforzamos por crear narrativas coherentes llenando los vacíos en nuestro conocimiento. Incluso con poca información, construimos historias completas en nuestras mentes, sin darnos cuenta de que están incompletas debido al Sesgo Retrospectivo. Este sesgo hace que el pasado parezca comprensible, contribuyendo a errores en varios campos.

Cuando nos enfrentamos a lo desconocido, muchos no se dan cuenta de su falta de comprensión. En su lugar, elaboran explicaciones basadas en sus limitadas experiencias. Creamos narrativas personales para dar sentido al mundo, cerrando brechas en nuestro conocimiento.

Sin embargo, la interpretación histórica requiere algo más que imaginación. La gran cantidad de evidencia requiere un análisis selectivo. Desafortunadamente, muchas personas buscan información que confirme sus creencias, resistiéndose a verdades incómodas. Este deseo de estar en el lado “correcto” alimenta la desinformación.

Entender lo que no sabemos

Aceptar las limitaciones de nuestro conocimiento significa reconocer que gran parte del mundo opera más allá de nuestro control. Esta verdad puede ser difícil de aceptar, pero nos arma con una perspectiva más fuerte a medida que surgen riesgos de lo desconocido.

A menudo buscamos previsibilidad y control, recurriendo a figuras autorizadas para tranquilizarnos. La ilusión de control tiene más poder que la realidad de la incertidumbre, lo que nos lleva a aferrarnos a narrativas en las que los resultados parecen estar bajo nuestro control.

Ten en cuenta cuando juegues juegos como el ajedrez o el riesgo; a menudo nos centramos en nuestras acciones, ignorando el impacto de los oponentes. Del mismo modo, cuando analizamos el pasado o predecimos el futuro, enfatizamos demasiado la habilidad y descuidamos el azar. Enfocarnos en lo que sabemos infla nuestra confianza, lo que lleva a un juicio erróneo.

Crear espacio para operar

El margen de error no se trata solo de evitar trampas; se trata de amortiguar la mala suerte. En un mundo probabilístico, los márgenes de seguridad son cruciales.

Dos errores comunes dificultan el margen de error. En primer lugar, la ILUSIÓN DE CERTEZA nos reconforta, a pesar de la realidad de la imprevisibilidad. En segundo lugar, EL MIEDO A PERDERSE ALGO nos lleva a ignorar los riesgos potenciales.

Pero consideremos LA RULETA RUSA; todo el mundo sabe que las probabilidades pueden parecer buenas, pero el riesgo asumido es demasiado grande. Por lo tanto, la razón para apoyar la supervivencia está por encima del éxito de VENCER LAS PROBABILIDADES.

El margen de error nos protege de interrupciones inesperadas. Si bien podemos planificar la mayoría de los riesgos, los imprevistos pueden ser los más perjudiciales. Reconocer la incertidumbre de la vida nos permite tomar decisiones informadas y prepararnos para lo inesperado. Una regla general para calcular el margen de maniobra necesario para tener éxito es un tercio del resultado total. Por ejemplo, si juegas al póker, en lugar de ir all-in, puedes apostar dos tercios de tus fichas y aún tendrás suficiente para jugar si las probabilidades te hubieran vencido.

Los diseñadores desearían que su construcción coincidiera con el cálculo matemático, pero la realidad funciona de manera diferente, y esa es la razón por la que es necesario crear tolerancias. Normalmente, es el 30% del valor nominal.

MANTENIENDO EL OPTIMISMO: LA Redundancia  Brinda CONFIANZA.

El optimismo es vital, pero reconocer las posibles fallas es igualmente importante. Los puntos únicos de falla son riesgosos. Los sistemas críticos tienen redundancias, lo que garantiza la seguridad en caso de emergencia. Por ejemplo, los aviones modernos se construyen con redundancia. Con múltiples sistemas de respaldo, estos pueden funcionar hasta con el mínimo impulso. Estas salvaguardias son cruciales para la seguridad del sistema en su totalidad.

Al fomentar el optimismo, debemos incentivar la preparación. Reconocer las incertidumbres y crear un margen de error nos permite afrontar los desafíos con confianza. Si bien deseamos lo mejor, todavía tenemos margen de maniobra cuando las cosas no van como lo deseamos. Y esa es la forma en que podemos ser optimistas de que tendremos éxito.

Voltaire: «El optimismo es la locura de insistir en que todo está bien cuando somos miserables».