EP144 Competencia Bien Ejecutada – Asegurando Un Enfoque En La Maestría

La competencia puede ser una herramienta poderosa para incrementar nuestras habilidades, “El hierro afila al hierro, y una persona afila a la otra.” …Proverbios 27:17 #AdvancedQualityPrograms #TheQualityGuy #Competencia

“El hierro afila al hierro, y una persona afila a la otra.” – Proverbios 27:17

La competencia puede ser una herramienta poderosa para incrementar nuestras habilidades y nivel de destreza, pero debe utilizarse de manera estratégica. Debemos Mantener la competencia manejable, enfocándonos en el punto de referencia correcto y creando un entorno positivo, así podemos aprovechar el poder de la competencia para incrementar la motivación y el compromiso en nosotros mismos, nuestro equipo y otras personas.

La competencia va más allá de ganar. Ganar puede sentirse bien, pero es temporal. El verdadero éxito radica en el dominio de nuevas habilidades y conocimientos y este es el porqué:

GANAR significa lograr la victoria en un momento específico. Se trata del rendimiento en un solo instante. Ganar es efímero. Piensa en las finales de basquetbol; los equipos juegan varios partidos para decidir al ganador. Rara vez hay un ganador consistente a lo largo de la serie. Las victorias van y vienen en carreras, concursos y juegos.

MAESTRÍA significa adquirir nuevos conocimientos, habilidades o comportamientos. Se convierte en una parte permanente de tus habilidades. Aprender a andar en bicicleta es un gran ejemplo; ¡una vez que lo hayas dominado, es probable que puedas andar en bicicleta para siempre!

En la mayoría de las competencias, solo unos pocos pueden ganar. Pero con dedicación, esfuerzo y la orientación adecuada, casi cualquier persona puede dominar una nueva habilidad y obtener un nuevo nivel de conocimiento. Esta es la razón por la que las experiencias de competencia deben incentivar la maestría y  no solo el hecho de ganar.

Los competidores se pueden clasificar como oponentes orientados al rendimiento y orientados a la maestría.

Los oponentes ORIENTADOS AL RENDIMIENTO están muy enfocados en ganar y en lo que los demás piensan de sus habilidades. La competencia puede estimular a las personas en esta dirección, especialmente cuando el énfasis está en objetivos inmediatos como una carrera o ganar puntos. Estos tienden a ser menos arriesgados, evitando pruebas y experimentación, ya que las personas temen perjudicar sus resultados.

Los oponentes ORIENTADOS A LA MAESTRÍA están más preocupados por mejorar sus propias habilidades y conocimientos. Las personas con una disposición enfocada a la maestría utilizan los errores como oportunidades de aprendizaje, buscan tareas desafiantes para desarrollar sus habilidades, creen firmemente en su capacidad para tener éxito, perduran más tiempo especialmente cuando se enfrentan a dificultades, utilizan estrategias de aprendizaje más efectivas y se desempeñan mejor en tareas complejas.

La clave es FOMENTAR UNA ORIENTACIÓN DE MAESTRÍA mediante las siguientes posibilidades:

Reconocimiento al esfuerzo: Los premios que reconocen el esfuerzo realizado, especialmente después de alcanzar hitos, mantienen alta la motivación.

Enfoque en la retroalimentación positiva: Reenfoca los errores y las equivocaciones para utilizarlos como oportunidades para mejorar y estimular el alcance de los objetivos.

Búsqueda del progreso: Proporciona actualizaciones frecuentes sobre el progreso, destacando las mejoras a lo largo del tiempo y lo que ya se ha logrado.

La clave es conseguir que tú y tus rivales participen activamente e inviertan en la competición. Quieres que se sientan desafiados. Así que toma decisiones importantes, experimenta los resultados de esas decisiones y reflexiona profundamente sobre cómo aumentar los niveles de habilidad para lograr la maestría.

Las competiciones que son demasiado fáciles se vuelven aburridas rápidamente. La magia ocurre cuando los oponentes se enfrentan a un desafío que parece estar fuera de su alcance. Esto motiva a las personas a trabajar y aprender para tener éxito. Deberían sentir cierta incertidumbre sobre el resultado: ¿Puedo resolver este rompecabezas? ¿Puedo responder a todos los avances y obtener la victoria? ¿Puedo pasar al siguiente nivel?

Reta a tu oponente: Pon a prueba sus conocimientos y habilidades con tu propio progreso, provocando su respuesta.

Esconde tus pistas: esparce información oculta a lo largo de la competencia para iniciar el desafío.

Crea Eventos aleatorios selectivos: introduce acciones inesperadas que sacudan a tus oponentes cuando las cosas parecen predecibles, manteniéndolos alerta.

Un error común es hacer que la experiencia de la competencia sea demasiado fácil. Nunca subestimes a tu rival; dale un reto para mantenerlo comprometido.

Si no estás seguro de los niveles de habilidad de tu oponente, considera ofrecer diferentes niveles de dificultad para asegurarte de que todos enfrenten obstáculos que sean desafiantes para ellos.

El desafío debe obligar a las personas a tomar decisiones significativas que impacten en el resultado. Cuanto más requiera un oponente decisiones deliberadas, más comprometidos se sentirán tus oponentes. Y cada decisión debe tener una consecuencia. Las consecuencias personalizan la experiencia de la competición y fomentan la reflexión. Tus oponentes pueden incluso cambiar su comportamiento en función de las consecuencias. Esto los anima a desarrollar un plan o estrategia para el éxito.

Una rivalidad bien diseñada no debería tener una solución única y suertuda. La capacidad de ganar usando diferentes estrategias mantiene las cosas interesantes y permite que todos desarrollen las habilidades que mejor les funcionen.

Elige el punto de referencia correcto: Ambos rivales deben esforzarse por crecer juntos. Una competencia sana garantiza un entorno en el que el desafío se sienta justo y alcanzable. Las personas no deben sentir que no pueden ganar o que eso está teniendo un impacto negativo o dañino. Sin embargo, necesitan suficientes motivo para seguirte el ritmo y viceversa.

La competencia basada en el rendimiento no mide lo que logras, sino cómo actúas. Premia las acciones que te llevan a nuevas habilidades y conocimientos.

Por lo tanto, olvídate de las victorias a corto plazo, dominar las habilidades y el conocimiento trae recompensas duraderas, mucho más que una victoria fugaz. El aprendizaje competitivo es la clave para lograr el dominio. Te desafía, fomenta el pensamiento estratégico y conecta tus acciones con sus consecuencias. Esto puede parecer contradictorio, pero crea poderosas experiencias de aprendizaje. La competencia basada en el rendimiento puede ser una herramienta potente, ya que utiliza puntos, reconocimiento y una competencia sana para motivarte.

Cuanto más difícil es la victoria, mayor es la felicidad de ganar…. Pele